Pero yo agradezco tanto a Dios que me haya hecho fallar porque sencillamente es una de las mejores formas que he tenido para llegar a donde estoy. Les confieso que he fallado muchísimo en la vida, pero al momento de estar escribiendo estas líneas quiero que sepan que cada lección de esas fallas ha sido bien estudiada para poder hacer el trabajo de ser humano y de profesional que hago a diario.

“Puedo aceptar fallar, Todo el mundo falla en una ocasión. Lo que no puedo aceptar es no intentarlo.”

En mi vida personal he fallado muchísimas veces, pero con mucha humildad y gallardía es reconocido, mejorado y he seguido adelante.

En mi vida profesional es igual, he fallado cuando una persona que está frente a mí me ha cerrado las puertas o me ha dicho sencillamente que no quiere asegurarse y eso para mí, es un fracaso porque no he logrado en objetivo principal en mi carrera que es persuadir a una persona para que tome una decisión tan trascendental en su vida.

Pero esto no quiere decir que dejaré de intentarlo, esa persona que aún no se ha convencido a sí misma de poseer una póliza de vida le digo que aquí estoy y aquí estaré para seguir ofreciéndole el camino de la protección y el blindaje de su futuro y el de su familia.

A pesar de las derrotas seguiré como un guerrero y como excelente asesor llevando mi mensaje a todos.