Todas las personas tienen puntos de vistas diferentes y es algo respetable, sobre todo en esta industria donde muchos no tienen la perspectiva correcta de lo que es una Póliza de Vida.

A veces no es fácil, lo confieso, pero, cuando se trata de una decisión tan importante en la vida muchas personas no tienen claro el significado del por qué están sentados frente a mí y es allí cuando comienza el gran trabajo de asesorar e informar de la mejor manera a nuestro prospecto.

Me he topado inclusive con personas que se han reído en mi cara o sencillamente no toman la conversación de manera seria, esto es algo «normal», pero queda de nuestra parte aprender a manejarlo.

Un correcto lenguaje corporal, poner los puntos sobre la mesa y hablarles de manera clara, respetuosa, pero sobre todo muy profesional son las claves para salir vitoriosos en este tipo de casos.

Esto le dará un giro a la conversación y en este punto el cliente estoy seguro que sacará sus propias conclusiones y te dejará asesorarlo. Al final se convertirá en una satisfacción mutua tanto para el por dar el paso como para ti como por haber blindado una familia más.